Manos Milagrosas y Corazón Servicial de un Emblemático Catedrático y Cirujano Plástico Hondureño

Por: El Dr. Mauricio Loredo

Esta historia que se relata a continuación es una historia hondureña y digna de ser recordada para la posteridad, ya que el corazón generoso Dios lo bendice tal como lo dice la biblia en Proverbios 22:9. “El que es generoso será bendecido, porque comparte su comida con los pobres.”

Proverbios 22:9 NBV

Dos apellidos que quiero resaltar sus orígenes:

Pineda que significa Lugar poblado de Pinos.

Leiva: origen prerromano de Leía que significa Piedra plana o una loza (piedra de enchape) para embellecer lugares.

Fabricio un estudiante de Medicina, quien no tenía recursos para seguir estudiando, llegó esa mañana a la conferencia que estaba impartiendo el Médico Especialista y Catedrático de la Facultad de Ciencias Médicas: Dr. Roberto Pineda Leiva. Formado en la Facultad de Medicina de Honduras como Médico general, Cirugía general, Plástica y Reconstructiva en México. Quien estaba disertando sobre ciertas malformaciones congénitas en los recién nacidos y sus reconstrucciones que eran llevadas a cabo con las técnicas modernas en labios, paladares hendidos, malformaciones de manos, alteraciones craneofaciales, etc.

Fabricio quien estaba muy atento a dicha conferencia, y estaba empezando a cursar la clase de embriología, al ver dicha conferencia fue a saludar al catedrático y darle gracias por la misma.

Fabricio se dirigió al registro de sus clases y fue a cambiar la sección para así poder tener su clase con el distinguido Catedrático.

Comenzó a cursar su clase y la forma de recibir las clases era con las llamadas diapositivas, eran clases magistrales que Fabricio comenzó a disfrutar y no se arrepintió de haber cambiado de sección.

Una Tarde Fabricio se dirigió al cubículo del Catedrático y Especialista y le tocó el vidrio de su puerta y él le abrió su puerta y le dijo: Ajá Fabricio, pasa adelante.

Fabricio poco apenado se sentó en la silla frente a su Profesor de Embriología.

Fabricio comenzó: Sí, Doctor, le vi en la conferencia sobre malformaciones congénitas y vi los casos de polidactilia que Ud. presentó y…

El Galeno de inmediato se levantó de su asiento y le preguntó: ¡Fabricio! ¿muéstrame tus manos? El joven estudiante mostró sus manos al Maestro y cuando su Maestro se las observó le dijo de inmediato: Fabricio tú no puedes estar así, mañana mismo te operaré.

Paréntesis para la siguiente explicación:

(En la Biblia, las marcas de Jesús estaban en sus Manos y costado) (Letra 11 del hebreo KAF y Letra 12 Lamed  que significan 20/30)

(Hago alusión al verso bíblico: “Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.”

SAN JUAN 20:27 RVR1960)

Fabricio contrariado le dijo, no tengo dinero Doctor, para operarme, pero me prepararé y creo será para el feriado antes de semana santa, pues ahora estamos en marzo y viene Abril.

El Dr. Pineda le dijo: Mauricio puedes pagarme después algo simbólico, pero tú no puedes estar así.

El Médico comenzó a tocar y observar cada detalle de esa polidactilia y observó que el último 6to dedo tenía una articulación al quinto metacarpiano y tenía movilidad propia.

Fabricio le dijo: Mis Padres me dejaron de esa manera porque me dijeron que era una Señal de Dios en mis manos y que traía algo especial.

(Las Manos en el lenguaje hebreo es la letra Once o KAF)

Dr., yo al tener mis manos libres las usaré para el bien, eso le he pedido a Dios, pues desde la niñez en la escuela, he tenido problemas de burlas y en el colegio una profesora también se burlaba de mí y por eso decidí esconder este defecto en mi vida, pero es muy difícil no exponer nuestras manos.

Fabricio habló con su hermana mayor Andrea y le expuso todos los detalles y Andrea comenzó a recolectar algún dinero y avisaron a sus hermanos que colaboraron con Fabricio.

El hermano mayor de Fabricio le mandó en la carta un dinero y el siguiente mensaje: Mateo 6:33

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

San Mateo 6:33 RVR1960

Mensaje que tiempo después, Fabricio comprendería a la perfección.

Llegó el día esperado por Fabricio. Su hermana mayor llegó para cuidar a su hermano y para incluso apoyar en dicho procedimiento, el cual fue hecho con anestesia local y con la isquemia del brazo para evitar sangrado alguno.

Terminó el procedimiento y ese día previo a la Semana Santa había ocurrido el milagro por las Manos milagrosas y Corazón Servicial del Dr Roberto Pineda Leiva en las Manos de un joven estudiante de Medicina.

Allí en esa clase de Embriología comenzó una nueva Amistad a pesar de las diferencias de edades y el Maestro posteriormente comenzó a invitar a Fabricio a sus misiones quirúrgicas que hacía en Tela, y en El IHSS.

Había que estar muy temprano y atento en cada procedimiento que desde su cuarto año de medicina comenzó en este nuevo bregar de la medicina.

Fabricio era un joven estudiante ahora con una libertad en sus manos y recordaba la promesa que le había hecho a Dios que sus manos las usaría para el bien y que entrenaría sus manos para dar lo mejor a los demás y abrir sus manos siempre al menesteroso.

El Dr Roberto Pineda Leiva, sin saberlo sembró una semilla de Fe y Esperanza en Fabricio. El año siguiente a su cirugía de manos, Fabricio tomó la decisión de entregarle su vida a Jesucristo y le dijo: Señor mi vida y mi carrera serán para ti, úsame, Señor Jesús.

Fabricio se dirigió a la casa de don Andrés Pineda y le dijo: Don Andrés quiero que me haga un caduceo de medicina para poder darlo a un Doctor que bendijo mi vida.

Don Andrés Pineda dijo: nunca he hecho uno, pero haré el mejor esfuerzo y realizarlo.

Al final de hacer dicho cuadro, Don Andrés sugirió: Si usted quiere Fabricio, le puede poner una plaquita con un mensaje, ya que usted dice que es un regalo especial, aunque ya lleva el nombre de su Maestro.

Entonces vino un versículo a la mente de Fabricio y le dijo a Don Andrés: Don Andrés mándeme a hacer esta plaquita y se la coloca al Tallado allí colgando en la parte de abajo y el versículo es:

“En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.”

PROVERBIOS 17:17

Aquel tallado fue entregado al Maestro quien se quedó maravillado y le dijo: ¡¡Fabricio qué bonito este detalle muchas gracias!!

Un tallado que podía demostrar aquella obra en una pieza de madera de cedro, y que ejemplificaba también aquella obra hecha un año atrás en las manos de Fabricio. Donde hubo un contacto de las manos milagrosas, usando Dios al Dr. Pineda Leiva, y dándole un corazón servicial y generoso para tallar las manos de Fabricio. Y ahora Fabricio poder ser usado con sus manos para sanar a otros.

Dios usa las personas de una manera sobrenatural y dichas personas ayudan a moldear a otras para poder bendecir este mundo lleno de llanto y dolor por la falta del perfecto Amor, que es Jesús.

Dr. Roberto Orlando Pineda Leiva, sea Ud. bendito y extensivo a toda su familia y cabe citarle el siguiente verso de las palabras de Jesús:

Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Mateo 25:40

Actualmente, el Dr. y Catedrático sigue laborando en San Pedro Sula e imparte clases a los jóvenes estudiantes de medicina con mucho amor y pasión por lo que hace.

Dr. Mauricio Loredo

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