
El Palmerola News
En la década de los 80, mientras Steven Spielberg hacía historia con E.T. el extraterrestre, en Turquía se cocinaba una versión mucho más… peculiar. Se trata de Homoti (1987), una cinta tan extraña como entrañable que ha sobrevivido al tiempo como una joya del cine «cutre», ese que es tan malo que se vuelve inolvidable.
En lugar del tierno alienígena de grandes ojos y corazón luminoso, Homoti nos presenta a un extraterrestre con un disfraz que parece sacado de una feria de disfraces de barrio. El diseño del personaje más cercano al carnaval que a la ciencia ficción es solo el comienzo de esta delirante aventura cinematográfica.

La historia gira en torno a un periodista desesperado por conseguir una exclusiva. En su afán, decide falsificar una noticia sobre ovnis, pero el destino lo sorprende con algo mucho más increíble: la llegada real de Homoti, un ser del espacio que aterriza en la Tierra con una misión inusual… encontrar el amor. Pero su romántica esperanza será tristemente rechazada en nuestro planeta.
Llena de efectos especiales caseros, situaciones absurdas y un humor que solo los turcos parece comprender del todo, Homoti se ha convertido en una película de culto para quienes disfrutan del cine bizarro. Es una obra que despierta risa, ternura y asombro a partes iguales.
¿Vale la pena verla? Solo si estás preparado para una experiencia cinematográfica fuera de este mundo… y de cualquier lógica narrativa convencional.
